Con el calor, no
debemos descuidar la ingesta de líquidos. Todos sabemos la recomendación de
beber 2 litros de agua diarios, pero a veces tomar tal cantidad es complicado. El
agua puede no apetecernos, pero podemos tomar otras bebidas que además de
hidratarnos pueden aportarnos otros beneficios como el té o las infusiones.
A veces cuando
queremos disfrutar de alguna hierba aromática, se nos recomienda prepararla en
forma de infusión, decocción, tisana…. Términos que no siempre tenemos claros.
La infusión se
prepara vertiendo directamente el agua muy caliente, sin llegar a hervir, sobre
las hierbas, flores, frutos etc que se quieran infusionar. Tras verter el agua
caliente, la bebida se tapa y se deja reposar unos minutos. Una vez la infusión
está lista se cuela y puede tomarse aún caliente o dejarla enfriar. Suelen
tomarse como infusión la manzanilla, el menta poleo, el mate o el té.
En la tisana, al
contrario que en la infusión, son las hierbas o especias las que se calientan
con el agua dejándolos hervir algunos minutos. A este proceso se le denomina
también decocción. Tras hervir durante 5-10 minutos se deja reposar otro tanto
y se cuela para su consumo.
Por lo tanto:
- Los términos tisana y decocción corresponden a un mismo proceso, en el que los ingredientes alcanzan el punto de ebullición en el agua.
- La infusión es una de las formas de preparar hierbas y especias, vertiendo agua sobre estas sin haber alcanzado la ebullición.
- El té se prepara como una infusión, pero este término hace referencia a todas aquellas bebidas realizadas a partir de la planta de té, la camellia sinensis. Las variedades del té se obtienen a partir de la recolección de distintas partes de la planta, las hojas, las ramas o las semillas, y a distintos procesos de oxidación o fermentación de éstas.
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