viernes, 31 de mayo de 2013

Huerta sin químicos

Tener una huerta es una búsqueda de naturalidad, de calidad, huyendo de producciones masivas a base de químicos, recolecciones prematuras y largas cadenas de conservación para finalmente llegar a nuestra cesta (reutilizable) inflados de precio.

Por todo esto cada vez somos más los que plantamos nuestras hortalizas e intentamos disminuir el consumo de productos químicos para el control y tratamiento de plagas. Consultando he encontrado unos cuantos métodos interesantes.

Productos Plagas Elaboración Dilución Consejos
Purín de hortiga Pulgones Insectos
Arañuela
Hongos
Macerar dos días 100 gr de ortigas en 5L de agua. No. Aplicación directa No usar un recipiente metálico
Agua jabonosa Mosca blanca Diluir 30 gr de jabón de potasa, jabón casero o jabón tipo chimbo lagarto, marsella…. en 1 L de agua. No. Aplicación directa Empapar las plantas con agua antes de aplicar. Tras 1 o 2 días de la aplicación pasar un paño húmedo por las hojas de la planta
Alcohol de ajo Gorgojo
Pulgones
Gusanos Ácaros
Machacar o triturar 4 o 5 dientes de ajo en 1/2L de alcohol sanitario y 1/2L de agua. Dejar reposar 12-24 horas y colar. No. Aplicación directa Pasar la mezcla por la batidora antes de dejar reposar.
Solución de tabaco Cochinilla
Pulgones
Gusanos
Orugas
Macerar 50 gr de tabaco en 1L de agua. Sí. 1/4.
Diluir 1L de la mezcla en 4L de agua
Añadir una pequeña cantidad de jabón a la mezcla para que se adhiera a la planta

De todos ellos, únicamente he probado el purín de ortiga que he utilizado contra hongos y pulgón.


Tras realizar la maceración de ortigas, utilicé un pulverizador para aplicarlo en las hojas y quimas de un limonero que tenían manchas negras, como suciedad que podía quitarse al frotar, y que según he sabido son hongos. He tratado el limonero pulverizando el purín sobre él, y mientras está húmedo, limpiaba con un trapo de algodón seco las hojas más afectadas. Con este tratamiento 1 vez a la semana durante un mes ha mejorado mucho pese al tiempo húmedo y lluvioso muy propicio para la proliferación de hongos. Tras las primeras aplicaciones, ahora tiene un mejor aspecto, y las hojas han recuperado verdor.


También lo he usado para combatir el pulgón que aparecía en los tallos más tiernos y los frutos (¡como tontos!) de las alcachofas. En este caso para eliminar el pulgón es necesaria una aplicación más intensa, casi diaria. Cuando comencé a aplicarlo algunos tallos estaban tamizados por la plaga, por lo que al igual que con el limonero, mientras estaban húmedos los limpiaba utilizando guantes de plástico. De esta forma conseguí limpiar mucho las plantas, y con sucesivas aplicaciones tener a raya al pulgón, aunque no eliminarlo por completo, pero el clima de este año en el Norte de España no está ayudando nada en la salud y esplendor de las huertas.

He leído que el agua jabonosa es buena contra los insectos que aparecen en las plantas de alubias y judías. Pero todavía no he podido comprobarlo, y en cuanto a la solución de tabaco, su uso en la agricultura ecológica está actualmente vetado por su contenido en nicotina, aunque hasta hace unos años sí estaba permitida y aún tiene defensores.

Os animo a investigar sobre este tipo de productos naturales, a probarlos en vuestras huertas y a compartir los resultados.

lunes, 20 de mayo de 2013

Aceite de caléndula

La caléndula es una flor silvestre, un tipo de margarita con un color naranja muy intenso que crece de forma abundante en lindes de senderos, junto a paredes y caminos… También se la conoce como flor maravilla por sus abundantes propiedades, entre las que destacan la antiinflamatoria, antiséptica, fungicida e hidratante, siendo muy valiosa para tratar las pieles sensibles o problemas dermatológicos dando nutrición y elasticidad a la piel.


Una de las formas más sencillas de aprovechar los beneficios de la caléndula es mediante su aceite. El aceite de caléndula podemos realizarlo en casa mediante la obtención de un oleato. Los oleatos se realizan mediante la maceración de las flores u hojas de una determinada planta en un aceite. Los aceites más comunes utilizados como base son el de oliva por su acción nutritiva, el de girasol por ser rico en vitamina E, y el de almendras por su capacidad suavizante y regenerante.  La maceración en aceite permite la adición de las sustancias lipófilas, sustancias afines a los lípidos, solubles en las grasas, procedentes de los elementos en maceración.

El proceso para hacer un oleato de caléndula es sencillo, solo necesitamos:
·         Flores de caléndula secas
·         Aceite de almendras
·         Un tarro de cristal


En un tarro de cristal ponemos las flores de caléndula secas, y las cubrimos por completo con aceite de almendras. Para evitar que las flores se enmohezcan es importante que estén secas y que cubiertas por completo, de no ser así la humedad y la exposición al aire puede desencadenar procesos de degradación.


El tiempo de preparación es de entre 2 y 4 semanas, es aconsejable tenerlo en un sitio cálido pero sin exponerlo directamente al sol. Una vez transcurrido un mes el aceite está listo para ser colado y guardado en un recipiente que no expondremos a la luz. Para ello puede usarse un bote opaco o un simple recipiente de plástico que guardemos en un armario del baño.

De esta forma se obtiene un aceite de caléndula concentrado de uso externo. Antes de aplicarlo sobre una zona delicada o con problemas es aconsejable poner una pequeña cantidad para comprobar que no hay reacciones en la piel.

Algunas de las aplicaciones de este aceite son:
·         Picaduras de insectos
·         Pieles secas o agrietadas
·         Quemaduras
·         Eczemas
·         Inflamaciones,
·         Pequeñas heridas en fase de cicatrización
·         Piernas cansadas
·         Varices

También puede usarse como un aceite hidratante enriquecido, diluyéndolo al 50% en aceite de almendras, resultando muy apropiado para aplicar después de exponernos al sol, hidratando y calmando la piel.

martes, 7 de mayo de 2013

Reciclar aceite, hacer jabón.


El aceite es un gran contaminante, sobretodo del medio acuático. La cantidad de aceite vertida multiplica por mil el efecto en el agua, con un solo litro de aceite, mil de agua son afectados. El tratamiento de agua contaminada  por grasas y aceites es muy costoso, y pocas plantas depuradoras cuentan con proceso para tal fin.

En casa generamos aceites, de frituras, latas de conserva, etc, que no tiene por qué ir por la fregadera. Algo tan sencillo como tener un tarro de cristal a mano para poder echar el aceite sobrante, quemado o que ya no vale ayuda en gran medida al medio acuático. El aceite usado es recogido en todos los puntos limpios, e incluso hay zonas urbanas que disponen de contenedores específicos para depositar aceite usado. Pero el aceite usado, ¿se recoge solo para evitar la contaminación o tiene alguna utilidad? Hay empresas que se dedican a la recogida de aceite usado por ejemplo en la hostelería, por lo que sí, se le saca rendimiento como materia prima.



En el enlace se explican los usos del aceite reciclado de forma industrial, pero en casa también podemos reciclar aceite haciendo nuestro propio jabón.Hacer jabón es muy sencillo, nada engorroso, barato y no lleva mucho tiempo. Solo es necesario tener unos ingredientes básicos:
·         Aceite usado, que colaremos desechando posos e impurezas. Estos posos los podemos acumular para llevar después al punto de recogida de aceite.
·         Sosa NaOH, fácil de encontrar en droguerías
·         Agua del grifo

En el blog http://www.mendrulandia.net/ tienen una gran cantidad de información sobre el jabón, siendo de especial utilidad la calculadora. Con ella podemos obtener de forma precisa las cantidades que necesitamos, aproximadamente 330 gr de agua y 130 gr de sosa por cada kilo de aceite reciclado.

Para hacer el jabón es necesario un bol de plástico o un balde pequeño donde se pondrá primero el agua, al que se añade la sosa y se remueve hasta su disolución. Hay que tener varias precauciones:
·         No utilizar ningún elemento o utensilio de aluminio, puesto que este reacciona con la sosa. Lo más adecuado es el uso de una cuchara de madera.
·         Hacer la mezcla en un lugar bien ventilado ya que al añadir la sosa al agua, se genera una lejía en una reacción exotérmica en la que se producen vapores tóxicos.
·         Tener precaución contra las salpicaduras de la lejía. Usar guantes u otros elementos de protección como gafas si se cree necesario.

Una vez la sosa se ha mezclado con el agua, se comienza a añadir el aceite usado poco a poco removiendo con la cuchara de madera. Una vez mezclado inicialmente el aceite con la lejía, se bate la mezcla con la batidora de mano. Y poco a poco comenzará a espesar. Esto es similar a hacer mayonesa casera, solo hay que tener paciencia!


La masa estará lista para verterla en los moldes cuando tenga una consistencia densa, es fácil de ver cuando al remover queden marcados los surcos al paso de la cuchara o batidora.

Tradicionalmente se utiliza como molde cajones de madera que permiten absorber el exceso de agua que puede existir. Pero si no se dispone de uno, se puede utilizar algún recipiente plástico que permita un fácil desmoldado, por ejemplo bricks de leche cortados y así, reutilizamos el brick antes de reciclarlo!


Tras 12 – 24h el jabón habrá endurecido lo suficiente como para desmoldarlo, y cortarlo.


Una vez cortado el jabón debe curar un tiempo entre 3 y 6 semanas. Se sabe que está listo cuando se queda duro y al frotar entre las manos con agua sale espuma.

El jabón hecho de esta forma sirve para lavarse las manos, pero también para lavar la ropa. Los recortes, trozos que se rompen, etc se pueden picar y añadir al jabón de la lavadora.

Al jabón se le pueden añadir infusiones, oleatos, aceites esenciales, … elementos que mejoren las propiedades y características finales. Al último que he hecho le añadí arcilla verde, que tienen un efecto suavizante y además le da un color gris verdoso.