martes, 29 de octubre de 2013

Cuidados de otoño para las Alcachofas

Las alcachofas proceden de la zona mediterránea, sur de Europa y norte de África. Son una planta perenne de la familia de los cardos. Existen diversas variedades, aunque en España la más común es la “Blanca de Tudela” cuyo fruto, que recibe el nombre de capítulo, es pequeño y ovalado.


Las plantas dan su fruto en el periodo de julio a octubre. Al final de este periodo los últimos capítulos se secan, así como las hojas más viejas, siendo hora de retirarlas.  


Dada su procedencia del clima mediterráneo, la planta de alcachofa aguanta temperaturas entre 7 y 39 grados, aunque el frío, y en especial las heladas, merman su crecimiento pudiendo estropear la planta con temperaturas negativas. Para proteger las plantas durante el invierno, es necesario realizar ciertos cuidados al comenzar los fríos del otoño.

El primer cuidado es el de quitar los restos secos de la cosecha de final de verano, así como las hierbas que aparecen alrededor de la planta. La alcachofa agradece el mantener su espacio libre. Tras esto conviene cavar la tierra, para que quede aireada.

Para proteger la planta del frío se debe colocar restos de hierba seca, pudiendo usar la capa superior de hierba del compost añadiendo así además nutrientes al terreno. Esta capa de paja hace de regulador a modo de manta que suaviza los cambios de temperatura.


De esta forma, tenemos las plantas preparadas para pasar el invierno y conseguir una buena cosecha el año siguiente. 


miércoles, 16 de octubre de 2013

Tareas de otoño en la huerta

El buen tiempo va dejando paso a días con menos horas de sol y fuertes heladas nocturnas. Los cultivos de verano, tomates, pimientos, pepinos, berenjenas,…. agotan sus últimos frutos, es hora de la siembra de la verdura de invierno.

Por lo tanto, tras la producción veraniega hay que preparar la tierra, agregándola nutrientes para la nueva cosecha. Las constantes siegas del jardín y las hierbas no deseadas eliminadas del huerto durante el verano han formado un excelente compost, que agregaremos a la tierra cavada y oreada.


Para la utilización del compost a base de hierba, separaremos la parte superior del compost, la hierba con menos tiempo de descomposición y menor grado de humedad. Bajo esta encontraremos el material más degradado ya listo para su incorporación a la tierra de cultivo.


La parte superior, de aspecto pajizo, no es desdeñable, la utilizaremos en la protección de cultivos delicados contra las heladas, por ejemplo haciendo camas alrededor de las plantas de alcachofas.

Una vez esparcido el compost sobre la tierra conviene mezclarlo, para lo que podemos utilizar una pala de ganchos, que al remover la tierra la desmenuza y mezcla.

Tras esto el terreno donde teníamos tomates está listo para plantar brócolis, berzas o repollos.