lunes, 20 de mayo de 2013

Aceite de caléndula

La caléndula es una flor silvestre, un tipo de margarita con un color naranja muy intenso que crece de forma abundante en lindes de senderos, junto a paredes y caminos… También se la conoce como flor maravilla por sus abundantes propiedades, entre las que destacan la antiinflamatoria, antiséptica, fungicida e hidratante, siendo muy valiosa para tratar las pieles sensibles o problemas dermatológicos dando nutrición y elasticidad a la piel.


Una de las formas más sencillas de aprovechar los beneficios de la caléndula es mediante su aceite. El aceite de caléndula podemos realizarlo en casa mediante la obtención de un oleato. Los oleatos se realizan mediante la maceración de las flores u hojas de una determinada planta en un aceite. Los aceites más comunes utilizados como base son el de oliva por su acción nutritiva, el de girasol por ser rico en vitamina E, y el de almendras por su capacidad suavizante y regenerante.  La maceración en aceite permite la adición de las sustancias lipófilas, sustancias afines a los lípidos, solubles en las grasas, procedentes de los elementos en maceración.

El proceso para hacer un oleato de caléndula es sencillo, solo necesitamos:
·         Flores de caléndula secas
·         Aceite de almendras
·         Un tarro de cristal


En un tarro de cristal ponemos las flores de caléndula secas, y las cubrimos por completo con aceite de almendras. Para evitar que las flores se enmohezcan es importante que estén secas y que cubiertas por completo, de no ser así la humedad y la exposición al aire puede desencadenar procesos de degradación.


El tiempo de preparación es de entre 2 y 4 semanas, es aconsejable tenerlo en un sitio cálido pero sin exponerlo directamente al sol. Una vez transcurrido un mes el aceite está listo para ser colado y guardado en un recipiente que no expondremos a la luz. Para ello puede usarse un bote opaco o un simple recipiente de plástico que guardemos en un armario del baño.

De esta forma se obtiene un aceite de caléndula concentrado de uso externo. Antes de aplicarlo sobre una zona delicada o con problemas es aconsejable poner una pequeña cantidad para comprobar que no hay reacciones en la piel.

Algunas de las aplicaciones de este aceite son:
·         Picaduras de insectos
·         Pieles secas o agrietadas
·         Quemaduras
·         Eczemas
·         Inflamaciones,
·         Pequeñas heridas en fase de cicatrización
·         Piernas cansadas
·         Varices

También puede usarse como un aceite hidratante enriquecido, diluyéndolo al 50% en aceite de almendras, resultando muy apropiado para aplicar después de exponernos al sol, hidratando y calmando la piel.

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