lunes, 15 de abril de 2013

Preparación de la tierra. El compost


Al comienzo de las plantaciones de primavera, es necesario acondicionar el terreno, añadiendo los nutrientes necesarios para el crecimiento de los nuevos cultivos. Los fertilizantes que pueden usarse, se dividen en relación a su origen en orgánicos y minerales.
  • Los orgánicos son tanto de origen animal o vegetal, estiércol de animales, desperdicios orgánicos, cenizas de madera, etc.
  • Los abonos minerales se obtienen de yacimientos o lo que es más común, se generan químicamente.
Los que tenemos pequeños huertos fuera de un ambiente rural, no solemos disponer de estiércol, lo que suele hacer necesario el uso de fertilizantes minerales para cubrir las necesidades de nutrientes de los cultivos. Pero esta no es la única opción, se puede generar abono vegetal a partir de los desperdicios que se generan en la cocina (peladuras, mondas, cáscaras de huevos) y en el cuidado del propio huerto (hierba de siega, podas, malas hierbas, plantas o frutos en mal estado….). A esto tipo de abono se le denomina compost. 

El compost se origina a partir de la descomposición de materia orgánica. Bacterias y hongos aeróbicos descomponen la celulosa de la materia vegetal, para lo cual necesitan gran cantidad de nitrógeno y un ambiente húmedo. Cuanto mayor sea la cantidad de este, más rápido será el proceso, en el que genera gran cantidad de calor, que destruye patógenos y semillas de malas hierbas.


Aportando la materia orgánica y humedad necesaria, solo necesitamos nitrógeno para acelerar el proceso de compostaje, pero  ¿de dónde obtenemos el nitrógeno? El orín del ganado tiene gran cantidad de nitrógeno, por eso, la hierba fresca que cae al suelo en las cuadras y que es pisoteada se degrada rápidamente consiguiendo un compost de gran calidad. Pero si dispusiésemos de orines animales para añadir nitrógeno al compost, usaríamos sus excrementos como abono.

El nitrógeno necesario para acelerar el proceso de degradación, podemos encontrarlo en los abonos minerales comerciales, que además de nitratos aportan fosfatos y potasio. De esta forma, y con una pequeña cantidad de abono mineral, completamos los nutrientes del compost.

Una vez la materia orgánica se ha convertido en tierra, el compost está listo para añadirse a la tierra. 

Puede incorporarse de dos formas. Bien se esparce el compost por todo el terreno y luego se mueve la tierra para mezclarlo o bien, directamente al hacer los riegos o agujeros para poner los cultivos se echa en ellos el compost, antes de colocar la planta.




No hay comentarios:

Publicar un comentario